Autor: Apostol Gerardo Aparicio
Hasta este momento hemos hablado sobre la adoración y alabanza explicando que la primera tiene que ver con acciones de sometimiento, obediencia y sumisión. La segunda tiene que ver con declaraciones de agradecimiento. No obstante, es importante saber cuál es el propósito real por el cual el Altísimo nos enseña que los adoremos y alabemos.
Recordemos esto, Proverbios 19:21 enseña: “Muchos pensamientos (planes, ideas, meditación - mecanismo preparado para producir una acción prevista) hay en el corazón (mente) del hombre; Mas el consejo (propósito – idea original) de Jehová permanecerá (manifestara).”
El propósito de Dios es más importante que cualquier cosa. No importa si nos hemos salido del plan eterno. No importa si estamos desanimados. No importa la situación en la que estemos o lo que esté pasando en nuestra vida, EL PROPOSITO DE DIOS SE MANIFESTARA.
Ahora bien, la IDEA ORIGINAL de Dios es simplemente Su DESEO DIVINO o Su VOLUNTAD ABSOLUTA sobre alguien o sobre algo. Cuando le pedimos a Dios que nos muestre su voluntad, le estamos diciendo que nos revele Su idea original sobre algo o sobre alguien, para que luego nos acoplemos a ese deseo eterno. 1 Juan 5:14-15 enseña: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”
PROPOSITO también tiene que ver con la pregunta “PORQUE”. Muchas veces nos preguntamos ¿para qué estamos en la Tierra? o ¿para que existimos? La pregunta correcta es ¿Por qué fuimos creados? La diferencia es grande porque si existimos solo para hacer algo, sea lo que sea, seriamos simples marionetas de Dios sin capacidad de pensamiento o de decisión. Pero cuando entendemos PORQUE fuimos creados no solamente tenemos la capacidad de razonar y tomar decisiones sino que entendemos que somos parte del Creador. No somos simples seres creados para hacer algo sino que poseemos la vida del Dios Verdadero. No somos un objeto que deambula por la Tierra sin propósito sino que somos la parte más importante del Propósito de Dios. No somos seres vacios y sin ninguna capacidad especial sino que somos seres creados a la imagen y semejanza del Altísimos con todos Sus atributo depositados en soplo de vida que nos dio.
No solo fuimos creados para hacer algo sino para ser parte del UNICO Y GRAN PROPOSITO UNIVERSAL de Dios y esto es, Génesis 1:26 ensela: “Entonces dijo Dios: HAGAMOS al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” En otras palabras, fuimos creados porque Dios quería extender Su Reino a la Tierra y deseaba que el hombre, o sea nosotros, se gozara de todas esas bendiciones y además fuera el representante del Cielo sobre toda la extensión terrestre. Además, 2 Corintios 5:18-20 enseña: “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” Esto quiere decir que la otra razón del porque fuimos creados es la de establecer el Reino de Dios en toda la Tierra a través de la predicación del evangelio del Reino para darlo a conocer y para que todo ser humano se entere de que fue reconciliado con Dios por medio de Cristo hace más de dos mil años atrás. En otras palabras, somos EMBAJADORES DEL REINO.
Jesús no murió para hacernos especiales o para darnos valor. El murió porque somos especiales y porque somos de un valor incalculable para Dios. Y al morir probo que el precio que podía pagar por nosotros para que fuéramos libres de toda acusación y pecado era lo mas valioso y único que poseía en ese momento, o sea, SU PROPIA VIDA, o mejor dicho, LA VIDA DE DIOS. Romanos 5:6-8 enseña: “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” SOLO POR ESTO TENEMOS UN MOTIVO ETERNO PARA ADORARLE Y ALABARLE.
Génesis capitulo 1 enseña que Dios hablo a la tierra para que produjera todo árbol para comer y animales, por lo tanto la Tierra los produjo. También enseña que Dios hablo al mar para que produjera animales y así fue. Luego Dios hablo a la expansión de los cielos para crear los cuerpos celestes y así fue. Por lo tanto, los animales y las frutas cuando dejan de existir se vuelven tierra, los peces agua y los cuerpos celestes gases. ¿Por qué? Porque de allí se les dio vida. Cada uno de un ambiente diferente pero de acuerdo a su género.
Pero cuando Dios creó al hombre se hablo así mismo diciendo: Hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza. La biblia enseña que Dios es espíritu, por lo tanto, El creó al hombre un ser espiritual con un vestido de carne hecho de tierra para que gobernara sobre toda la creación visible. Dios le dio al hombre parte de Su espíritu de vida para que de esa manera viviera siempre junto a Él y fuera uno con El. Lamentablemente el hombre desobedece y pierde esa relación pero en Cristo somos reconciliados con Dios para ser nuevamente uno con el Padre.
Por lo tanto, los animales no quieren comer de la tierra pero necesitan comer de la tierra para subsistir. Los peces no quieren comer del agua pero necesitan el agua para vivir. Las estrellas del firmamento no quieren estar allí, pero necesitan ese sistema para permanecer. Así mismo, el hombre no quiere saber de Dios pero necesita volver a Dios para que tenga vida. Mateo 4:4 enseña: “Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan (tierra) vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” Juan 6:63 enseña: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y SON VIDA.”
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